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lunes, 3 de octubre de 2011

Confesión

Ayer me encontré con uno de mis grandes amores, que se fue, que volvió cuando yo me fui. Siempre a destiempo,siempre. Le he querido, y él me ha querido e idolatrado. Incluso me confesó que soy su referente sexual.
Es un gran psicólogo, dentro de poco, clínico. Yo le confesé que soy bulímica Estábamos desnudos en la cama, y corrió a buscar con la yema de sus dedos mis marcas de Russell. No las hay, le dije con un sonrisa cómo hacía para evitarlas. Me dijo que esconder el problema no servía de nada. Lo sé. Me preguntó si no había pensado buscar ayuda. "No sé cómo".
Le asqueé. Lo sé, lo vi en su cara. Me imaginó tragando, masticando, devorando y descuartizando la comida, y después me imaginó vomitando todo. Él, todo escrúpulo y orden, se topó con mi yo más desorganizado y sucio. Se marchó. Sé que lo habría hecho de todos modos, pero se marchó.
También él tiene sus fantasmas. Todos los tenemos.